Tres, son tres, ¡son TRES!
Y hoy, con todos ustedes, un clásico más que se une a mi repertorio. Una brillante idea, un producto sublime sin duda alguna. Los ASPITOS. Tres tubos largos del mismo material que los clásicos gusanitos de toda la vida, pero con todo el sabor, y lo mejor de todo: de tres en tres. A veces me gustaría conocer al inventor de este pequeño placer triple para felicitarle por tan maravillosa creación. Y ahora es cuando mi mente viaja al pasado para recordar con dificultad y errores históricos esos paquetes de aspitos que venían de dos en dos, o los aspitos de txocolate, que cayeron en el olvido de forma completamente injusta. Por favor, ruego a la humanidad que se mueva por la recuperación de los aspitos de txocolate (aunque realmente no sé si llegaron a existir, porque yo era muy pequeño por aquella época y no sé si lo viví o lo soñé). Próximamente hablaré más de este asunto tan básico para la existencia de los seres vivos, porque si no recuperamos los aspitos de txocolate, estamos condenados al fin de nuestra existencia...
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petitjean -
Anónimo -